Estuve con mi pareja de fin de semana y no tengo más que buenas palabras para este hermoso lugar. Desde el momento en el cual llegamos el trato fue familiar completamente. La atención, la amabilidad, la disposición a todo fue único por parte de la dueña, la madre y la hermana. La ubicación y las instalaciones, una belleza. Las habitación que nos tocó no pudo ser mejor... y el desayuno, sin palabras. Variedad de opciones y todas excelentes. Ya tenemos pensado repetir si nos toca volver por la zona. 100% seguro
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