La villa de Comillas se encuentra en la costa occidental de Cantabria, cerca de Santander. Esta villa es declarada Conjunto Histórico Artístico en 1985, y es conocida con el apelativo “Villa de los Arzobispos” porque en los siglos XVII y XVIII nacieron cinco prelados que ocuparon importantes diócesis.
Está llena de excelentes muestras de arquitectura modernista del siglo XIX, especialmente de la escuela catalana. Palacios, casas solariegas, bellos edificios, pequeñas plazas, parques y rincones empedrados completan el paisaje de este precioso lugar, sin olvidarnos de la hermosa playa que todos los veranos atrae a miles de turistas.
En el centro del casco urbano de la villa de Comillas encontramos la bella plaza central compuesta por alguna casona, la Iglesia Parroquial de San Cristóbal (Siglo XVII), el Ayuntamiento. Por uno de los ángulos de la plaza se accede a la Plaza de los Tres Caños, donde además de una casa blasonada y una torres se encuentra la fuente del mismo nombre.
A las afueras de la villa, enclavado en lo alto de una loma, encontramos el cementerio presidido por las ruinas de la iglesia gótica y allí se encuentra también uno de los más bellos detalles del paisaje comillés, el Ángel de Llimona, colocado en lo alto con espada en mano y mirando al mar.
La puerta de la Universidad Pontificia donde se une el ladrillo, la cerámica con reflejos metálicos y piedras labradas en el escudo, donde aparece la tiara y las llaves pontificias junto al anagrama jesuítico JHS (Jesús de los hombres salvador). Desde esta puerta accedemos a la Universidad Pontificia que fue fundada como seminario de pobres (posteriormente Universidad Pontificia) dirigido por los jesuitas, cuyo modelo docente triunfaba desde el SXVII.
También llamado “del Marqués de Comillas” de estilo neogótico aunque con atisbos premodernistas. Formando conjunto de estilo con el palacio, se encuentra la Capilla-Panteón de los Marqueses de Comillas, que se caracteriza por los mausoleos de mármol.
De estilo arabesco, declarado monumento histórico-artístico en 1969. Se construyó como residencia de verano.
Fue construido en el prado de Ángel Pérez, en un original pedestal en forma de proa de barco junto con la columna sobre la que se levanta la estatua del marqués.
Destaca por la espectacularidad paisajística del emplazamiento en lo alto de una colina que asoma al mar.
Mandada construir por el Marqués de Comillas para su madre, es la única construida en piedra de sillería, bien labrada pero sin ornamentar.
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