Santoña es una de las más antiguas villas marineras de Cantabria.
Está situada en el oriente, en la margen más izquierda de la desembocadura del río Asón, a los pies del imponente Monte Buciero y junto a las llanuras húmedas que forman la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja.
La herencia histórica de Santoña para la defensa costera son sus tres edificaciones: el Fuerte de San Martín, al final del Pasaje o paseo marítimo; el Fuerte de San Carlos, más próximo a la bocana de la bahía; y el Fuerte del Mazo o “de Napoleón”, ubicado en el Buciero y que ofrece unas vistas magníficas de todo el territorio. Asimismo la trascendencia del lugar viene señalada por dos faros de indudable encanto. El del pescador, junto a la hermosa playa de Berria, y el del Caballo, con un vertiginoso acceso de casi 800 escalones de piedra.
Podemos comenzar nuestro recorrido en el Fuerte de San Martín que data de tiempo de Felipe II y nos recuerda la importancia militar que ha tenido esta villa.
Desde aquí recorreremos una parte del paseo marítimo, viendo a nuestra izquierda la bella bahía y la Playa de San Martín. Al llegar al monumento al Almirante Carrero Blanco, giramos a la derecha y por la calle O’Donnell llegamos a la gran joya patrimonial de la villa: la Iglesia de Santa María del Puerto.
El templo es originario es del siglo IX, aunque cuenta con importantes añadidos hasta el siglo XII, y otros posteriores hasta el XVI. La pila bautismal, los capiteles o la puerta de la fachada meridional son de estilo románico. Al gótico hay que atribuirle la imagen de la Virgen del Puerto y el crucero. El retablo del altar mayor es plateresco y cuenta también con alguna pintura flamenca importante. La policroma inmaculada de Galeón data del siglo XVII, y del escultor cántabro Cacicedo, del siglo XX hay dos importantes muestras: el Cristo del Perdón y el Nazareno. Dispone Santa María el Puerto de un magnífico órgano neumático.
Saliendo del templo y caminando por la calle Alfonso XII llegamos a la plaza de San Antonio. Durante el recorrido encontramos la Casa Palacio de Castañeda, bello edificio de casa-torre de principios del siglo XX, y la Casa de Cultura municipal. Continuamos tomando la calle de la izquierda que sale de la plaza, la calle Manzanedo. En ella, encontramos dos monumentales inmuebles decimonónicos: el Instituto de los Marqueses de Manzanedo y un poco más adelante el Palacio del Duque de Santoña.
Continuamos nuestro recorrido hasta llegar al puerto, allí encontramos algunas de las escenas santoñesas más populares, con el trasiego de la pesquería y la vida marinera que da a Santoña su aire más singular. Entre la dársena pesquera y el puerto deportivo, esta el Mirador de las Marisma. Junto a él, llegamos a la plaza de toros pronto centenaria. Pasamos la Capitania y estamos de nuevo en el Paseo Marítimo, que recorremos hasta alcanzar el monumento al santoñés más ilustre de la historia, el cartógrafo Juan de la Cosa. Volvemos al interior del casco urbano por las plazas de la Concordia y Manuel Andujar en la que giramos para llegar a la Casa Palacio de Chiloeches, que cuenta con una magnífica fachada barroca del siglo XVII.