Como amante de la naturaleza que soy, recomiendo ampliamente este lugar. Me encantó la combinación de tranquilidad y de ambiente que puedes encontrar en este sitio porque está cerca del pueblo y a la vez algo apartado del resto de apartamentos y hoteles por lo que puedes descansar del ruido. El ático en el que nos alojamos era sencillo pero acogedor y cómodo. Los muebles eran modernos y a la vez rústicos acordes con el ambiente campestre. El servicio muy bueno, todos muy atentos, amables y cercanos. En cuanto al pueblo, me gustó mucho. Este conserva una estructura tradicional y familiar con calles empedradas y estrechas que me hicieron sentirme en la Edad Media.
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