Nos llevamos muy gratos recuerdos de nuestra estancia, sobre todo a nivel humano. Fueron dos noches. Una vez finalizada, volvimos al rato para que el nieto volviera a pasear con nuestra perra, a quien se había apegado mucho, y compartimos con la familia la sobremesa de una celebración, charlando también con su marido. Habitación sencilla pero muy limpia, amplia, con buena luz. Baño con buena presión de ducha. Parking de cemento privado justo frente a la entrada. Al estar con perra desayunamos junto a la puerta bajo un toldo, donde hay varias mesas distribuidas. Café con leche, bizcocho y tostadas. También al estar con ella nos asignaron habitación en la planta baja, lo cual no nos supuso ninguna pega. Situado en un desvío de la carretera, junto a un camino tranquilo rodeado de casitas bajas. Muy cerca, en coche, Santillana y otros pueblos grandes donde hay buenos restaurantes y paseos por el río. Buena situación para conocer tanto la costa como el interior de Cantabria. Este fue nuestro objetivo, y quedamos impresionados de la belleza de Barcena Mayor, Cartes, Carmona, y otros tantos que están no muy lejos. Gracias por todo, Puri. Si volvemos o pasamos cerca, nos acercaremos para que tu nieto vuelva a pasear a la loba.
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