Fuimos a comer sin reserva y, aunque estaba todo lleno, nos hicieron un hueco dentro porque fuera llovía. El servicio fue rápido y muy amable. Pedimos: rabas y foie con mermelada que estaban buenos, y croquetas, que no nos convencieron demasiado. Además, nos dejaron entrar con el perro, ¡un detalle que se agradece mucho!
Leer más