A destacar con letras mayúsculas la calidad humana de sus propietarios Aparicio y Enma, siempre pendientes de sus huéspedes. También muy destacable la profesionalidad de Aparicio, se nota su gran preparación y formación en hostelería, algo que a veces se echa en falta en este tipo de esstablecimientos. Productos bien cocinados y materias primas de primera calidad. Excepcional el desayuno. Sólo como pequeña observación que el colchón de la cama le faltaba firmeza, pero la habitación estupenda y muy limpia. Gracias por la atención y consejos.
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