Estuvimos alojados con nuestra hija , 2 noches , aunque el hostal estaba completo no se escucha ni un solo ruido , el descanso y tranquilidad es maravilloso , los desayunos y comidas son espectaculares, todo casero y con un sabor y presentación inmejorables. Los yogures que hacen ellos mismos son una delicia , (mejor dicho todo lo que cocinan es una maravilla para el paladar ) Y el trato de Carmen su mama y su hermana (cocinera ) fue una maravilla , y la limpieza de la habitación de 10. Recomiendo este lugar 100% . Muchas gracias Carmen y familia por vuestro trato, amabilidad y atención.
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