Una experiencia inolvidable gracias al trato excepcional del equipo. Desde que cruzamos la puerta del restaurante nos sentimos como en casa. El personal, nos recibió con una calidez y profesionalismo que marcaron la diferencia en nuestra visita. Atentos a cada detalle, nos hicieron sentir especiales en todo momento. La decoración del restaurante, que simula una cueva marina, crea un ambiente único y acogedor. La comida, basada en mariscos y pescados frescos del Cantábrico, es de una calidad excepcional. Sin duda, La Gruta de José no es solo un lugar para comer, sino una experiencia completa que combina buena gastronomía con un trato humano inmejorable. Volveremos siempre que estemos en Santander.

Muy buena experiencia, el servicio un poco lento, pero mereció la pena la espera. La comida buenísima.