Estuvimos con toda la familia, y desde el primer día Margarita la propietaria fue muy amable , un trato como si te conociera de siempre, y nos ayudó acon recomendaciones de sitios para comer sin gluten y con vistas a lugares , ya que estuvimos pocos días... siempre dido que en este mundo la empatía y la comunicación es esencial, todo iría mucho mejor. Y recomiendo a todos los que van ,que si necesitan algo lo digan, porque no hace falta poner una crítica mala , por no comentar que te data una manta por ejemplo.Otra cosa ,en pocos sitios verás de buena mañana, un zumo de naranja recién hecho y un buen café. Gracias por todo
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