El alojamiento, el entorno y la amabilidad de la dueña no pueden ser más excepcionales. Desde el primer momento, se nos brindaron todo tipo de facilidades (viajamos con un bebé de un mes) La limpieza de hace a diario, tienes parking en la misma puerta de la posada y sinceramente, comparando la posada con otros alojamientos de la zona, les da mil vueltas. Volveremos sin duda!
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